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En una conferencia de prensa, Pazo expresó que con la implementación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), “muchas inversiones en sectores como el hidroeléctrico o minero pueden hacer que esta compañía se ponga en valor”. Añadió: “Desde nuestro lado, lo más importante es garantizar la continuidad de la empresa”.
Por su parte, el gobernador Cornejo destacó que “esta oportunidad también nos permite desarrollar cuál es el objetivo y por qué para Mendoza IMPSA es importante y por qué nos comprometemos, porque IMPSA es un emblema de Mendoza”.
En el evento estuvieron presentes el presidente de IMPSA, Horacio Chighizzola; los líderes del Consejo Empresario Mendocino, la Unión Industrial de Mendoza y la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza, junto con representantes de la Federación Económica de Mendoza y la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza; el presidente de la Cámara de Diputados provincial y autoridades provinciales.
La estatización de IMPSA durante el gobierno de Alberto Fernández
En junio de 2021, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, formalizó en un acto en la planta de IMPSA en Mendoza, el relanzamiento de la empresa, tras culminar con el proceso de estatización de mercado. Esta medida permitió, mediante una inyección de capital de los Estados Nacional y mendocino, capitalizar una compañía estratégica al borde de la quiebra, dejando a ambos gobiernos como accionistas centrales. Este proceso contó con el apoyo tanto de fuerzas oficialistas como opositoras, que se unieron junto a los dueños de la firma. Este tono de unidad se reflejó en los discursos del primer mandatario y el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez.
“Perder una empresa de la talla de IMPSA hubiese sido una enorme pérdida para la Argentina. Si aprendemos a construir juntos en la diversidad, todo es más fácil. Con el esfuerzo de todos podemos hacer un país diferente”, expresó Fernández, y agregó que ninguna diferencia política “puede postergar el desarrollo de Argentina”. En el acto, estuvo acompañado por ministros como el de Interior, Wado De Pedro; de Economía, Martín Guzmán; y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien se dedicó a armar una estructura sustentable para negociar la deuda de IMPSA desde agosto de 2020, cuando los accionistas de la firma fundada por la familia Pescarmona solicitaron ayuda financiera. También participó Juan Carlos Fernández, el CEO de la empresa que continuó en su cargo pese al cambio accionario.
El presidente recordó que “IMPSA me llegó como un problema serio, estaba en jaque una empresa que me había impresionado 20 años atrás, y la disyuntiva era cómo salvarla”. Otra de las presentes en el evento fue la senadora del Frente de Todos por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti. Fernández mencionó las veces que la legisladora lo llamó preocupada por la situación, por lo que en ese momento expresó que “es importante verla ponerse de pie”. Además, el Presidente comparó la situación de la fabricante de turbinas con la herencia de deuda y crisis del país dejada por el gobierno de Mauricio Macri.
Durante el vuelo a Mendoza, Fernández conversó con Guzmán sobre esta cuestión. “Con Martín veíamos similitudes entre IMPSA y el país, una empresa altamente endeudada, en la que había que conseguir apoyo de los acreedores, a los que además había que pedirles una quita. Es un paralelo de lo que pasa en Argentina. Esto que ven acá –dijo Fernández- es un esfuerzo conjunto de los acreedores y los gobiernos”. Concluyó con el mensaje de que “queremos que vuelvan a tener los 1300 trabajadores que tenían y vuelvan a ser pujantes”.
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Alberto Fernández visitando la planta de IMPSA
El Gobierno Nacional y el de Mendoza aportaron 20 millones de dólares en capitalización a la compañía. Ese fue el tramo final de un proceso de un año que incluyó asistencia financiera del programa ATP y del “Programa de Asistencia a Empresas Estratégicas en Proceso de Reestructuración de Pasivos” (PAEERP), mediante el cual se pagó el 75 por ciento de los salarios de los trabajadores de la empresa desde enero. En noviembre de 2020, la empresa reestructuró su deuda, acordando un plazo de gracia hasta 2025, una reducción significativa de los intereses al 1,5 por ciento y pagos de capital a partir de 2028.
En marzo de 2021, la asamblea de accionistas votó a favor de una ampliación de capital y aprobó ofrecer la suscripción de estas acciones a la Nación y a Mendoza. Así, el Estado nacional inyectó un total de 1.362.900.000 pesos al capital de IMPSA, obteniendo una participación accionaria del 63,7 por ciento, mientras que el Estado provincial mendocino aportó 454.300.000 pesos, correspondiente al 21,2 por ciento de las acciones. El 15,1 por ciento restante permaneció en manos privadas, correspondiendo un 9,8 por ciento al fideicomiso de acreedores y un 5,3 por ciento al fideicomiso de la familia fundadora.
El gobernador Suárez, por su parte, destacó el trabajo conjunto de Nación y Mendoza, valorando que “cuando el sentido común prima, se pueden realizar acuerdos”. Agregó que el proceso es “un gran gesto de empatía con el ciudadano común y con los empresarios. En los temas estratégicos nos podemos poner de acuerdo y trabajar en forma conjunta”.
IMPSA tenía 114 años de vida en ese momento, siendo la compañía más importante en tecnología e infraestructura energética en la región. Contaba con 720 empleados, de los cuales un 35 por ciento eran ingenieros, y generaba contratos directos con más de 100 pymes nacionales. Exportaba el 85 por ciento de su producción y había diseñado más de 200 turbinas que producían energía en 40 países. En Argentina, las turbinas generadoras tenían el potencial de captar unos 2000 millones de dólares. También producía torres eólicas, puentes grúas y generadores para la industria nuclear, entre otros.
IMPSA no solo era una rareza en la región, sino que había pocas compañías en el mundo que fabricaban equipamientos centrados en la generación de energía. En Occidente, de hecho, solo había cuatro. El Gobierno también creía que habría un aporte significativo de impuestos, con tasas y aportes a la seguridad social por un valor superior a los 30 millones de dólares anuales.
La historia de IMPSA a lo largo de los años
Los orígenes de IMPSA se remontan al año 1907, cuando Enrique Epaminondas Pescarmona funda sus Talleres Metalúrgicos en Mendoza (Argentina) para la fabricación de piezas de repuesto de fundición de hierro, equipos para la industria vitivinícola y compuertas para canales de irrigación.
En 1946, se crea Construcciones Metálicas Pescarmona S.R.L. (“CMP”) con el propósito de diseñar y construir estructuras metálicas, compuertas para irrigación y otros equipos electromecánicos.
En 1965, la empresa adopta la denominación IMPSA, acrónimo de Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.I.C. y F, continuando así la tradición iniciada a principios de siglo y ampliando sus actividades al diseño y construcción de grandes estructuras de acero y equipos electromecánicos.
Durante los años 70, IMPSA experimenta un significativo desarrollo tecnológico que la posiciona como líder en generación hidroeléctrica en Argentina.
En los años 80, la empresa se consolida a nivel mundial en la construcción de grúas portuarias y centrales hidroeléctricas "llave en mano", impulsando una política agresiva de Investigación y Desarrollo con la creación de un Centro de Investigaciones Tecnológicas propio.
En los años 90, IMPSA se afianza en el mercado de la energía como desarrollador de proyectos hidroeléctricos, obteniendo contratos importantes bajo la modalidad B.O.T. (Build Operate and Transfer) para proyectos como Potrerillos en Argentina y CBK en Filipinas. También comienzan las investigaciones en energía eólica.
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En el año 2000, nace la unidad de negocios Wind, marcando el inicio de la apuesta de IMPSA por la energía eólica con aerogeneradores de alta tecnología. La compañía obtiene contratos clave como la construcción de la Central Hidroeléctrica Tocoma en Venezuela y la provisión de grúas para el puerto PTP en Malasia.
En la década de 2010 hasta la actualidad, IMPSA sigue expandiendo su presencia con proyectos como Arauco Etapa III y IV, incrementando su capacidad instalada en energía eólica. También destaca la inauguración de la Sala Limpia para la fabricación de Generadores de Vapor y la participación en proyectos nucleares como el diseño y montaje del Reactor Nuclear Carem 25 M.
El 27 de abril de 2018, IMPSA modifica su denominación social como parte del proceso de cierre de su reestructuración financiera, simplificando su nombre a “IMPSA” para reflejar su evolución y consolidación en el mercado global.
La empresa ARC Energy de Estados Unidos hizo una oferta por IMPSA
La empresa estadounidense ARC Energy, especializada en la fabricación y comercialización de plantas y equipamientos para la industria del Oil and Gas, oficializó su interés en adquirir y capitalizar IMPSA.
La capitalización propuesta por ARC Energy, destinada a capital de trabajo, será canalizada a través del Fondo de Inversión Americano (IAF), el cual se especializa en temas de energía y está compuesto por referentes de la industria.
ARC y IAF mantuvieron contactos previos con el gobierno nacional y el de Mendoza para conocer el estado de la empresa, la situación de los proyectos en ejecución y la capacidad productiva del Centro de Desarrollo Tecnológico de Impsa en Mendoza.
Desde ARC y IAF se planteó un escenario de “due diligence” para evaluar la situación general de la empresa y colaborar en la reestructuración de la deuda, con el objetivo de relanzar IMPSA a los mercados internacionales.
En cuanto al proceso iniciado, Jason Arcenaux, CEO de ARC Energy y Partner & Founder de IAF, afirmó: “IMPSA es una empresa con una historia única en el mundo y referente en América Latina, que cuenta con un capital humano de altísima formación y con una tecnología propia para equipos de generación hidroeléctrica y con certificaciones para el diseño y fabricación de componentes nucleares que la puede convertir en un actor protagónico del sector energético mundial”.
Arcenaux agregó: “En la recorrida que hicimos en el Centro de Desarrollo Tecnológico de Mendoza pudimos observar el potencial de la empresa para crecer en el mercado y llevar alianzas estratégicas con compañías referentes de la industria de todo el mundo”.
